Tengo grabado a un personaje de una caricatura donde era un inventor, era conocido porque siempre se quedaba a la mitad del experimento o creación.
Por lanzarlo sin terminar siempre lo terminaban venciendo, no recuerdo si era en el laboratorio de dexter, las chicas súper poderosas pero era una caricatura de esa época.
Se me quedó tan marcado ese personaje que me preguntaba a mi mismo: “Por qué no sigue trabajando hasta que lo termine?” sin saber que ese personaje era la viva representación de muchos adultos hoy en día, que dejan muchas cosas sin terminar y proyectos que dejan a la mitad del camino.
De hecho, no se si este artículo se llegará a publicar. Por la misma razón que hay cosas que comienzo y no se si llegará a su etapa final.
James Clear dice que el progreso no es lineal sino exponencial, incluso se me quedó grabado una frase que dice “Nada se pierde, todo se acumula”.
Me deja una sensación de alivio cuando veo tantas hojas, notas, documentos y libretas llenas de ideas, planes, implementaciones, etc, de todo lo que tengo que hacer para lograr tal o cual proyecto.
En su libro de “Atomics Habits” dice que tomar una decisión que es 1% mejor o 1% peor, puede no ser importante los primeros días, pero al seguir tomando estas decisiones por los próximos años de tu vida, determinan la diferencia entre la persona que eres y la que podrías llegar a ser.
Pero ¿Por qué nunca logramos las metas que nos proponemos? Es muy común en fin de año desear todo lo que queremos lograr y los primeros dos meses intentarlo con mucha motivación, pero luego empezamos a poner excusas para irlas dejando poco a poco.
Créeme, todos los años me dije a mi mismo que ya era hora de bajar de peso, ya era hora de lanzar mi página profesional de servicios, ya era hora de dejar de fumar y acumulaba tantos “ya es hora”.
Hasta que leyendo el libro de hábitos atómicos, descubrí que el problema no es la meta sino la IDENTIDAD.
El problema no es lo que quieres lograr sino la persona en la que te quieres convertir.
Porque digamos que eres una persona que quiere perder 20 kilos para estar en su peso ideal, te motivas y empiezas a ir al gimnasio. Con solo la fuerza de voluntad logras hacerlo en 1 año pero…¿Y qué pasa después? Vuelves a tus malos hábitos alimenticios porque ya cumpliste tu meta, ya no hay nada que te motive y eso fue lo que me pasó a mi.
Llegue a mi peso ideal con 72 kilos luego de año y medio de entrenamiento en el gimnasio, además estaba en una academia de salsa. Pero una vez que logre mi peso ideal ya no empecé a ver atractivo ni el gimnasio ni la academia, porque creía que ya no hacía falta.
Hoy después de 6 años de no hacer ejercicio peso 115 kilos por descuidar mi cuerpo, pensando que mi peso ideal se quedaría para siempre y hoy me cuesta ir a hacer ejercicio.
Entonces el objetivo no son tus objetivos sino en quien te quieres convertir con esos objetivos, la identidad de lo que tú crees es lo que hace que tus hábitos se mantengan.
Hoy te puedo decir que soy una persona independiente que no vuelve a trabajar para una empresa tradicional, porque todos los días mi identidad se mantiene en que soy el dueño de mi propia empresa, que maneja a 3 personas en mi equipo de trabajo y que solo trabaja con clientes del extranjero que pagan bien. Esta identidad la he mantenido firme por casi 10 años de carrera.
Hoy te puedo decir que soy una persona más sana y creativa, porque mi identidad es el de una persona que cuando saca a pasear a sus perros y salta la cuerda todos los días se vuelve parte de mi proceso creativo.
Pero ok, con solo decir que la identidad es la diferencia entre lo que eres y lo que luchas por llegar a ser no va hacer la diferencia, ya que suena a mensaje motivacional o gurú barato que ves en Tik Tok pero mira la persona que eres actualmente.
Quizás si eres de los que les gusta los tenis deportivos, te consideras como una persona coleccionista o deportiva, tu identidad se basa en cuidar los detalles dichos tenis, si cuidas tu cabello, seguramente tu identidad se basa en comprar los productos necesarios para tenerlo bien cuidado.
Si vas a la iglesia, seguro te consideras una persona de fe, si lees todos los días te consideras un lector, si haces ejercicio seguro te consideras una persona sana.
Entonces esa es tu identidad, pero así como hay hábitos buenos también está la identidad de hábitos malos, si consideras que no eres bueno recordando nombres, lo más seguro es que así será, si crees que manejar una computadora no es lo tuyo, entonces tú identidad se va a basar en eso.
Entonces, sí hay un poder en trabajar la identidad de tus creencias.
Yo era persona difícil de creer que como te sientes es como te ves, por eso estoy escribiendo esto, porque me considero un escritor que todos los días trata de escribir dos párrafos diarios para convertir mi identidad en la persona que quiero llegar a ser.
Esa es la verdadera razón del por qué logras lo que logras y por qué no logras lo que quieres llegar a lograr.
Y si empiezas a creer y a comportarte en la persona que quieres ser?